Existen diferentes tipos de instalaciones generadoras de
energía eléctrica las cuales emplean líneas de transmisión que pueden ser subterráneas o aéreas. En el proceso de transformación de la energía, también intervienen
centros de transformación y subestaciones eléctricas de transmisión en las cuales se modifica la tensión. Al llegar a hogares, edificios o industrias, las instalaciones receptoras transforman la energía para su uso común.
Así, la
corriente eléctrica se diferencia de acuerdo con su potencia o tensión, es decir, a través de su
voltaje. En el caso de nuestro país, la
Comisión Federal de Electricidad las cataloga como de
baja tensión a aquellas
menores de 1 000 V. Suelen considerarse que producen energía para consumo propio por lo que se ocupan en viviendas o alumbrado de calles.
Por su parte, las instalaciones de
media o mediana tensión van de los 1 000 v a los 35 000 V y suelen transportar electricidad de las subestaciones hasta las centrales transformadoras para el suministro de pueblos y ciudades. Finalmente, las de
alta tensión superan los 25 kV y son usadas para transportar la energía por largas distancias.
Con información de Grupo Turelectric, Comisión Federal de Electricidad y Meltosur.